Stefi, residente de Carolina del Norte, sospechaba qué podrían decirle cuando, en agosto de 2019, fue al Departamento de Salud local para hacerse una prueba de embarazo. Le confirmaron sus sospechas: estaba embarazada. Stefi tenía 18 años y no solo acababa de graduarse, sino que también se había casado con su novio de la escuela secundaria.
El Departamento de Salud informó a Stefi sobre los beneficios del programa Nurse-Family Partnership de Rockingham County Partnership for Children y, a las 12 semanas de embarazo, la pusieron en contacto con Liz, su enfermera de Nurse-Family Partnership ® (NFP). “Una de las primeras cosas con las que me ayudó Liz fue a elegir un especialista en obstetricia y ginecología. Yo no sabía por dónde empezar”, recuerda Stefi.
En general, Stefi tuvo un embarazo saludable, aunque, una vez, la experiencia de Liz como enfermera la ayudó a aliviar su preocupación. Stefi cuenta: “En uno de los ultrasonidos, parecía haber complicaciones con el desarrollo del corazón de mi bebé. Liz me explicó que la salud estaba desarrollándose como era de esperar y eso me hizo sentir mucho mejor”.
“Me ponía muy nerviosa pensar en el parto al ser primeriza. Liz siempre estuvo un paso más allá y me dio los recursos”, continúa. Liz también recuerda la conversación que tuvieron. “Stefi estaba muy estresada con el tema del parto. Por eso, tuvimos una charla sincera al respecto y le di un video sobre nacimientos para que lo mirase y estuviese más preparada”.
Stefi estaba preocupada por su bebé recién nacida cuando comenzó la pandemia. Hacía todo lo posible por proteger a Riley.
-NFP Enfermera Liz
Toda la información que Liz le proporcionó a Stefi sobre el parto fue muy útil. Rompió bolsa el 11 de febrero de 2020 y, cuatro horas después, nació Riley, la hija de Stefi, sana y por parto natural.
Había pasado poco tiempo tras el nacimiento de la bebé Riley cuando comenzó la pandemia de COVID-19. La enfermera Liz solo pudo visitar a Stefi y Riley unas pocas veces antes de que se impusiesen las estrictas reglamentaciones de distanciamiento. Liz comenta: “Stefi estaba preocupada por su bebé recién nacida cuando comenzó la pandemia. Hacía todo lo posible por proteger a Riley”.
El año siguiente, Stefi y Liz continuaron con las consultas vía telemedicina hasta que Riley cumplió 1 año. “Extrañaba ver a Liz en persona, pero, aún así, seguía dando lo mejor de sí y me ayudaba a saber si Riley cumplía con los objetivos. Después de un largo año, fue agradable nuevamente a Liz en persona”, recuerda Stefi.
Al aproximarse el final de la NFP en 2022, Stefi tenía 20 años y Riley, casi 2. Estaba lista para su próximo paso: encontrar un empleo profesional. “Comencé con un recurso llamado NCWorks que me ofreció Liz, en el que te ayudan a diseñar un currículum vitae y a prepararte para entrevistas”. Durante un tiempo, Stefi trabajó en una tienda de ropa antes de que se le presentase la oportunidad laboral perfecta.
Me ponía muy nerviosa pensar en el parto como primeriza. Liz siempre hizo todo lo posible y me ofreció recursos.
-Stefi
Liz comenta: “Teníamos un puesto vacante como asistente de programa para los programas de visitas domiciliarias, incluidos Nurse-Family Partnership y Parents as Teachers en la Asociación. Lo pensé mucho antes de decirle a Stefi que se postulara porque no quería sobrepasarme, pero creía que era apta para ese puesto dadas sus habilidades bilingües e interpersonales”.
“Me sentí muy agradecida cuando Liz me contó sobre el trabajo en la Asociación. Después de las entrevistas y de haber comenzado a trabajar, supe que era a lo que quería dedicarme durante mucho tiempo. Amo ayudar a las familias de mi comunidad y poder relacionarme con otras mamás”, expresa Stefi.
Dado que Stefi es bilingüe en inglés y español, hace las visitas domiciliarias junto con las enfermeras de NFP para ayudar con la traducción. También realizó una capacitación como educadora de padres en el programa Parents as Teachers y está en proceso de tener su propio conjunto de casos de familias como visitadora de padres.
“Stefi ha aumentado nuestra capacidad para prestar servicio a la población hispanoparlante en nuestra comunidad. Se ha dedicado por completo a su puesto”, comenta Liz. Stefi siente lo mismo y agrega: “Agradezco haber conocido a Liz y seguir teniéndola en mi vida como compañera de trabajo. Es fantástico ver cómo trabaja con otras familias de NFP y marca una gran diferencia en la vida de los demás, tal como lo hizo conmigo”.
Stefi y su marido tienen previsto inscribir a Riley en Head Start mientras Stefi continúa trabajando en la Asociación. “No esperaba ser madre tan joven, pero no lo cambiaría por nada. Riley le dio un sentido a mi vida”, afirma.