English

La enfermera Desiree (a la derecha) se reúne con Alazae a través de telesalud durante la pandemia de COVID-19 para monitorear y saber cómo están (mostrado en pantalla) ella y su hija.

Aaliyah está aprendiendo cosas nuevas todos los días. Gatea, se levanta sola y se pasea alrededor de los muebles, metiendo las manos en todos lados. Es una niña de 15 meses sana, feliz y curiosa, además de ser una fuente de alegría infinita para su joven madre.

Algún día ella escuchará la historia de su dramática llegada al mundo. Algún día sabrá la historia detrás de su segundo nombre.

Alazae tenía 28 semanas de embarazo cuando nació Aaliyah el 20 de marzo de 2019.

“Me sentía normal,” dijo. “Era mi primer día de las vacaciones de primavera y estaba planeando salir a comer.”

Desiree, su enfermera de Nurse-Family Partnership® en Any Baby Can en Austin, Texas, fue a darle una visita al hogar y le estaba enseñando sobre las posibles complicaciones del embarazo.

“Ese día, estábamos hablando sobre la preeclampsia y los síntomas que debemos vigilar,” dijo Alazae. “Ella me preguntó si tenía visión borrosa y le dije: No, me siento bien.”

Casi habían terminado cuando Desiree, la enfermera, le tomó la presión arterial.

“Siguió tomándola, pensando que estaba equivocada,” “dijo Alazae. “Ella seguía revisándola.”

Desiree dijo que estaba “sorprendida” cuando la presión arterial de Alazae midió 170 sobre 100.

En ese momento, Alazae era estudiante de segundo año de preparatoria y vivía con sus padres, pero ese día estaba sola en casa.

Cuando Desiree confirmó que la presión arterial de Alazae era constantemente alta, le dijo que necesitaba contactar a sus padres e ir al hospital.

“Ella estaba muy preocupada,” recordó Alazae.

El padre de Alazae y su hermana vinieron y la llevaron al hospital, donde le diagnosticaron preeclampsia, y la pequeña Aaliyah nació dos días después.

“Me impactó,” dijo Alazae. “Nunca había tenido problemas de presión arterial, por lo que me sorprendió mucho que me estuviera sucediendo esto.”

Pero su hermana reveló que ella también había tenido preeclampsia cuando estaba embarazada, lo que indicaba un probable historial familiar de la complicación potencialmente fatal que puede provocar convulsiones y falla orgánica.

Desiree llamó a Alazae al hospital para escuchar la historia de su parto y entre lágrimas, ella me dijo: “Salvaste mi vida y la de mi bebé. Estaba en el destino que fueras mi enfermera.”

No era la primera vez que Desiree identificaba un caso de preeclampsia en una madre de NFP.

Las enfermeras de Nurse-Family Partnership, como

Aaliyah pesó 2 libras con 3 onzas al nacer y pasó dos meses en la UCIN. Ahora ella es una niña de 15 meses feliz y saludable.

Desiree, están capacitadas para realizar evaluaciones para identificar condiciones médicas y guiar a las madres sobre cómo buscar atención médica urgente.

Desiree también señala que otra parte importante de Nurse-Family Partnership es empoderar a las madres para que se den cuenta de que son las mejores expertas cuando se trata de sus cuerpos y que pueden y deben expresarse cuando necesiten atención.

“Los médicos obstetras y las enfermeras obstétricas son muy importantes,” dijo, “pero las enfermeras de NFP ven a las madres con más frecuencia y pueden estar allí en momentos vitales para apoyarlas.”

Desiree dijo que sabía que Alazae estaba nerviosa ese día cuando la llevaron al hospital, “así que le aseguré que todo estarían bien.”

Aaliyah pesó 2 libras y 3 onzas al nacer y pasó casi dos meses en la unidad de cuidados intensivos neonatales. A Desiree le preocupaba que Alazae volviera a casa del hospital con los “brazos vacíos,” pero la joven madre era fuerte y dedicada.

Alazae se organizó para transportarse al hospital y asegurarse de que Aaliyah tuviera el importantísimo contacto piel con piel, también extraía su leche materna y la llevaba al hospital todos los días.

“Ella estaba orgullosa de darle a su bebé el regalo de la leche materna para que pudiera crecer y desarrollarse,” dijo Desiree.

El padre de Aaliyah estaba nervioso por abrazar a su hija porque ella era muy pequeña.

“Quería tranquilizarlo y le conté que mi esposo, un Infante de Marina que pesa 200 libras, fue un bebé prematuro.” En mi próxima visita a su casa, Alazae estaba radiante y me contó que el padre de Aaliyah “sostuvo a su hija en la palma de su mano y le leyó. Fue hermoso.”

Desiree dijo que toda la familia está involucrada en el cuidado de Aaliyah y que Alazae, que tiene 17 años, es “una madre increíble.”

Ella está trabajando duro para terminar la preparatoria a pesar de los desafíos que conlleva la era COVID-19.

“Recientemente recibió una computadora a través del Distrito Escolar Independiente de Pflugerville, por lo que ahora puede tomar sus clases en línea,” dijo Desiree.

A veces, Alazae se frustra con la escuela en línea, pero Desiree la alienta a comunicarse con sus amigos y maestros para obtener el apoyo que necesita. Comenzará su último año en el otoño.

Después de la preparatoria, planea estudiar cosmetología y dijo que nunca olvidará a Desiree.

“Ella ha sido de mucho apoyo durante todo el proceso,” dijo.

Durante la pandemia de COVID-19, Desiree continúa reuniéndose con Alazae utilizando el sistema de telesalud, con una video llamada quincenal para ver cómo están ella y su hija.

El segundo nombre de la bebé Aaliyah es Desiree, en honor a su enfermera de la NFP.

Desiree y Alazae dijeron que siempre recordarán el día en que nació la pequeña Aaliyah y la llamada de Desiree.

“Hablamos de todo, y en algún momento le dije: ‘Señorita enfermera, no me ha preguntado por el nombre de mi bebé.’ Y le dije que era Aaliyah Desiree.”

Desiree dijo que su gesto sincero la conmovió.

“Me sentí muy honrada. Me siento realmente apreciada en este tr

Contact us to learn more, or so we can get you connected with your personal nurse.

* Disclaimer for 28 weeks or less pregnant: Some exceptions may apply please check with your local Nurse-Family Partnership network partner for more information.


Fields marked with an * are required

* These fields are required.